sábado, 23 de mayo de 2009

LA AVENTURA DE SER DOCENTE

Buenas noches Compañeros, maestra Arys.


Tras el peculiar inicio que he tenido con la docencia creo que hoy en día puedo decir que disfruto lo que hago sobre todo cuando el proceso y resultado es satisfactorio, son pocas veces que así ha sido, pero estas pocas veces hacen sentir que todo lo que hacemos vale la pena. Los temores que experimenté al inicio de la docencia no son ya mi mayor preocupación, sino que el proceso que llevamos para que un alumno se apropie de conocimiento realmente se esté llevando a cabo cómo se ha planeado. Creo que yo he hecho reformas a mi práctica y éstas han sido positivas. Estos cambios me permiten hoy reconocerme como un docente libre que puede emprender nuevas aventuras cómo ésta que llevamos a cabo. Creo que ahora puedo decir que acasionalmente tocamos el cielo como señala José Esteve.
Me parece que lo que me hace sentirme como un docente libre es el hecho de que el ejercico de la docencia me ha permitido ser, encontrarme a mí misma. Pensar en mí y pensar en los otros y de los otros volver a mí. Este revirar es lo que creo que significa lo que hago. Creo que me ha posibilitado crecer como ser humano. En este sentido la docencia es una acto humanista en sí misma pues posibilita la interacción con los otros y ello nos permite formarnos en la relación que establecemos cotidianamente con nuestros compañeros y con nuestros alumnos. Creo que esto libera porque la práctica docente te permite ser.
El ejercico de la docencia es una actividad que nos permite crecer como seres humanos, ser mejores personas, de ahí que ésta sea una práctica del humanismo en sí misma. Me parece que más allá de lo que los docentes podamos enseñar bien o mal, lo que queda impreso en la memoria de nuestros alumnos es sin duda el tipo de seres humanos que somos de suerte que el ser docente implica cultivar lo humano. Creo que éstas son la vivencias má significativas que han marcado la aventura de ser docente.
Creo ser docente puede ser convertida en una aventura siempre y cuando cada uno de nosotros nos permitamos vivirla. No solo cómo una actividad laboral, como la actividad que nos permite subsistir, sino como la aventura que nos permite ser y ayuda a ser a otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario