sábado, 23 de mayo de 2009

Mi Confrontación con la docencia

Buenas noches compañeros, maestra Arys:

MI confrontación con la docencia se dio hace ya bastante tiempo. Soy egresada de la facultad de humanidades, inicé en la docencia en el mismo año en que egresé. Mi primer día de clase no fue muy agradable. Experimenté miedo de no poder controlar a los alumnos, que ellos no me identificaran como inagen de autoridad y que los niños de primer grado de secundaria se me subieran a la cabeza. Durante los cinco primeros años de trabajo al iniciar el ciclo siempre experiemente temor. Quizá esta fue una de las principales precoupaciones que tuve en mis inicios como docente, sin embaro no era oo único. Otro aspecto que me preocupa era que los alumnos pensaran que yo no sabía, y el que ellos tuvieran una percepción difere4nte siempre me preocupo.
Estoy conciente que yo siempre supe que si sabía y que estaba enseñando lo que sabía. (Valga la rebuznancia) Pero en gran medida esto obedecía a que el dominio de estrategias para facilitar el aprendeizaje de mis alumnos era limitado. Creo que esto impidio que en este tiempo yo disfutara lo que hacía. A estos temores debo sumar que había otra cosa que me preocupaba: No manejar dinámicas de grupo. Cuando asisitiamos a las jornadas anuales de actualización con frecuencia se nos aplicaban dinámicas de grupo y cuando yo intentaba ponerlas en práctica con mis alumnos de plano sentía que no había hecho las cosas bien. No obstante trataba siempre se hacer revisión de que había estado bien y que no. Esto lo tomaba en cuenta para ponerlas nuevamente en práctica. Trataba también de cambiar lo que no había salido bien.
Estos temores e inseguridades se fueron con los años y la experiencia. Creo que algo que ayudo fue el hecho de siempre someter a reflexión lo que hacía y cómo lo hacía, pero lo más importante fue que le encontre sentido a lo que a mi hacer, que además me permitía ser. Tomé en cuenta aquello que hasta mis papás me decían que en la escuela lo que se echa a perder es gente, que en la fabrica lo que se echa a perder son materiales, pero que en la escuela era más delicado. Creo que estas reflexiones muy de sentido común me ayudo a no equivocar tanto el camino. Si he tenido errores, he aprendido y sigo aprendiendo de ellos.
Mi confrontación con la docencia obedeció también al hecho de que cuando egresé, busqué trabajo y encontré que la docencia era el campo laboral más propicio para lo que yo había estudiado, y que era un campo muy digno, provechoso y tan fecundo cómo uno quisiera. Creo que al inicio si lo ví como una alternativa laboral, pero en el camino encontre la vocación, mi compromiso con lo que hago. Creo que aún queda un camino muy vasto, muy amplio por recorrer, por aprender, por continuar formandome en el ejercicio de la docencia. He tenido fuertes tropiezos en esta labor tanto en la interacción con los alumnos, como con los mismos docentes y directivos, sin embargo no fue ni ha sido un obstaculo para continuar esta labor tan noble y humana.
Estos temores y limitaciones desaparecieron con los años y la experiencia

1 comentario:

  1. Hola Angy:
    Quiero suponer que al estar esta entrada muy posiblemente leíste mi recomendación que te hice por correo, te felicito primeramente por haber dado este gran paso en la creación de tu blog, ahora es cuestión de nutrirlo y completar las entradas solicitadas.
    Quiero compartir contigo, también, que me identifico mucho con algunas líneas de tu escrito, ya que cuando inicie mi labor docente experimente ese sentimiento de inseguridad que nos relatas en tu escrito y precisamente porque mi temor era la gran responsabilidad que tenía de por medio, la integridad de mis alumnos, a eso a que tu le llamas "echar a perder", ese era mi más grande temor, sin embargo me he dado cuenta que no podemos mostrarnos totalmente neutros frente a las situaciones en la vida y lo cual de cierta manera influimos en nuestros alumnos, pero poco ha poco me he sentido menos presionada al respecto y con pasos más firmes.
    Saludos.
    Aris.

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